El cambio climático presenta una amenaza clara y a corto plazo para los esfuerzos orientados a poner fin a la pobreza. Las personas y los países pobres son vulnerables a una amplia variedad de conmociones relacionadas con el clima: desastres naturales que destruyen activos y medios de subsistencia; enfermedades y plagas transmitidas por el agua que aumentan su prevalencia durante las olas de calor, las inundaciones o las sequías; la pérdida de cultivos como consecuencia de la disminución de las precipitaciones, y el alza de los precios de los alimentos luego de fenómenos meteorológicos extremos. (Descargue el ABC de la AIF sobre el cambio climático en formato pdf).
El fin de la pobreza y la respuesta al cambio climático no pueden considerarse de forma aislada. Sin un desarrollo rápido, inclusivo y que tenga en cuenta el clima, el cambio climático podría sumir a otras más de 100 millones de personas en la pobreza de aquí a 2030.
Por todo ello, el cambio climático es una prioridad urgente para la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los más pobres. En el período de los ejercicios de 2013 y 2017, la AIF proporcionó en promedio USD 2000 millones por año para ayudar a los países a adaptarse a los efectos del cambio climático y USD 1700 millones por año para mitigar esos efectos.
La AIF ayuda a los países a hacer frente al cambio climático al ofrecer soluciones nuevas, como mejores datos y pronósticos meteorológicos, cultivos resistentes a las sequías, seguros innovadores contra catástrofes, y viviendas resistentes a los ciclones y sistemas de alerta.
La AIF también ayuda a los países a mitigar los efectos del cambio climático buscando formas innovadoras de aprovechar la energía del sol, el viento y el agua para cultivar con menos agua y químicos y con mejores semillas, y para reducir las emisiones de carbono ayudando a lograr industrias más eficientes y sostenibles.
La AIF centra su atención en producir estudios analíticos y prestar asistencia técnica sobre cambio climático y gestión de riesgos de desastres. En todas las estrategias de la AIF para los distintos países se deben incorporar el cambio climático y los riesgos de desastres en el análisis de los desafíos y las prioridades nacionales de desarrollo.
Afrontar los efectos del cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, pero el apoyo que brinda la AIF está rindiendo frutos en ese sentido. Hoy, más de 2,2 millones de familias residentes en zonas rurales de Bangladesh cuentan con acceso a energía eléctrica proveniente de fuentes renovables. En Vietnam, la agricultura climáticamente inteligente está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 30 % y el 35 %. A su vez, en Mongolia, la vida de más de medio millón de pastores se transformó gracias a sistemas económicos y portátiles de energía solar para uso doméstico, que generan electricidad suficiente para iluminación, teléfonos móviles y pequeños aparatos.
Estos son solo algunos de los importantes resultados que la AIF está obteniendo en materia de cambio climático. No deje de consultar otros ABC de la AIF (logros por país), incluidos los aspectos más destacados de la labor en África, y sobre cuestiones de género, gobernanza y fortalecimiento institucional, y fragilidad y conflicto.